Sobre el Karma

Sobre el Karma

Cuántas veces has escuchado: “lo que le sucedió se lo merece, es su Karma”, o quizás has pensado ¿Qué habré hecho yo para merecer esto, será mi Karma?,

pero sabemos en realidad ¿Qué quiere decir Karma?, la palabra Karma viene de la raíz “acción”. Pero el concepto de Karma tiene que ver con el hecho de que cada acción tiene una reacción.

El Karma se ha interpretado muchas veces como un “castigo” por las malas acciones, como una “Justicia Divina” por mis actos, es decir que por cada mal que realices te será regresado ese daño causado de alguna forma, no necesariamente de la misma manera que tú lo hiciste.

Pero no es así, si vemos al Karma con los ojos del amor, el Karma existe como parte de un aprendizaje de vida, ¿Cuál? El de la unicidad, en el que todos somos la misma energía somos la misma fuente, si comprendiéramos eso tan simple no pasaríamos el tiempo deseando, actuando o buscando hacer algún “daño” por mínimo que sea al otro.

El Karma es conocido como una Ley Universal, es algo sabido y temido por todos los que hemos escuchado esa palabra tan estigmatizada, pero pensamos en automático que se trata de hacer algún mal mayor y con intención, como por ejemplo: matar, robar, secuestrar, violar, etc., en fin pensamos que algo que sea premeditado obtendrá Karma, llegamos a pensar que como no hacemos esos actos no generamos Karma en nuestra vida, en cierta medida es correcto pero también nuestras acciones que pueden ser cotidianas pueden afectar a alguien más y eso también es Karma.

Cuando se afecta el libre albedrio de alguien más estas indudablemente generando Karma, ¿Cómo? Cuando limitas su actuar, su vida, sus pensamientos, sembrando duda, miedo, dolor, etc. estas afectando a esa persona y en consecuencia sus decisiones de vida, en pocas palabras estas interfiriendo en su Libre Albedrio y generando Karma.

Si nos diéramos cuenta, de que nuestras vidas son tocadas día con día por todo, absolutamente todo lo que hacemos, nos preocuparíamos más por las consecuencias antes de actuar en esta gran red energéticas de conciencias, todos estamos unidos por lo tanto influimos en los demás.

Un ejemplo de esto es una tela de araña, pues bien si tocas un solo hilo de la telaraña, el cambio de la tensión se siente a través de TODOS los hilos. Es así como la araña sabe cuándo algo ha tocado una parte de la telaraña, no importa cuán lejos esté del punto de contacto…

De la misma forma, nuestras acciones “se sienten” más allá de la persona que tenemos frente a nosotros.

Esto nos invita a reflexionar, que cuanto más consciente de esta gran Red en la cual formo parte, más me siento conectado a los demás y respeto sus decisiones y actos como si fueran míos, cada paso que doy hacia el respeto a los demás viéndolos como un TODO, más crece mi estado de conciencia para el beneficio de todos

Catalina Buendía 1-B colonia Culhuacán CTM VII, Coyoacan, CDMX 
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