Al encuentro de nuestra sombra, un paso obligado para integrar la personalidad

Al encuentro de nuestra sombra, un paso obligado para integrar la personalidad

“Cada uno de nosotros proyecta una sombra tanto más oscura y compacta cuando menos encarnada se halle en nuestra vida consciente. Esta sombra constituye, a todos los efectos, un impedimento inconsciente que malogra nuestras mejores intenciones”. - Carl G. Jung


A lo largo de nuestra vida, y a medida que vamos creciendo, creamos un “YO” o concepto de nosotros mismos que está perfectamente adaptado a las exigencias de nuestro mundo, este personaje que vamos creando tiene dos caras:

  • La cara del personaje público o sea la cara que mostramos a los demás Jung la denomina como la “máscara o personalidad”, este YO es quien determina lo que está bien/mal desde el punto de vista de sus propios intereses.

 

  • La cara de lo que no queremos ver, en ella se encuentran nuestros miedos, preocupaciones, culpabilidades, vergüenzas, en ella están todos y cada uno de los aspectos reprimidos; esos aspectos de nosotros mismos que no podemos mostrar al mundo porque si lo hiciéramos no seríamos aceptados por los demás, Jung llama a este aspecto de nuestra personalidad “la sombra”.


La sombra se desarrolla en todos nosotros de una manera natural desde la infancia. Por definición, es inconsciente y por lo tanto estamos sometidos a ella. Nuestros sueños, frustraciones, interpretaciones de lo que llamamos realidad están mediatizadas por la sombra. Además de la sombra individual, cada uno de nosotros lleva la sombra familiar y la colectiva.


Para identificar cuál es tu sombra puedes hacer lo siguiente:


Fíjate en lo que más te molesta de los demás; lo que realmente te altera. Esos son aspectos de tu lado oscuro proyectados al exterior.


Presta atención a todo aquello que te causa dolor, que te hiere de verdad y no entiendes muy bien el porqué.


Observa todo lo que juzgas o criticas exageradamente de otros.


Sé consciente de tus actos impulsivos involuntarios que normalmente son dañinos para ti (por ejemplo: adicciones, apegos emocionales, etc.)


Explora cuáles son las emociones ocultas que has ido reprimiendo a lo largo de tu vida. ¿Qué emoción te cuesta más expresar? ¿Cuáles son las que niegas o escondes de ti?

Si quieres dejar de sabotearte en tu camino hacia el éxito no te queda otro remedio que identificar e integrar todos aquellos aspectos y patrones inconscientes que has ido reprimiendo.

 

Todos tenemos la necesidad de ser nosotros mismos con autenticidad; de vivir con una personalidad íntegra y completa. Es imposible vivir con plenitud sin integrar tu sombra.

En definitiva, conocer ese lado oscuro que todos tenemos es una gran revelación que te da la fuerza que necesitas para conseguir todo lo que te propongas.


Cada experiencia de la vida es una oportunidad de elegir de nuevo, una oportunidad de enmendar viejos errores que nos permite crecer, experimentar y desarrollarnos. En este sentido, Jung nos dice: “las crisis son magníficas oportunidades para familiarizarnos con la sombra”.

Integrar la propia sombra nos va a permitir convivir con nuestra luz y nuestra oscuridad, nos va a permitir ser lo que somos.

¿Cómo podemos integrar la sombra?


En primer lugar hay que dejar de negar su existencia y aceptarla, el encuentro con la sombra implica una confrontación con uno mismo en el más amplio sentido de la palabra, es un encuentro con lo inconsciente, con aquella parte de la personalidad de la cual no siempre aceptamos o nos damos cuenta, es el proceso que nos permite llegar a ser personas completas y únicas, es el de abrazar simultáneamente la luz y la oscuridad que hay en nosotros mismos y favorecer el desarticular nuestra falsa personalidad y llegar a aceptar nuestra verdadera naturaleza.

Para integrar nuestra Sombra tenemos que afrontarla e integrar sus contenidos en una imagen más global y completa de nosotros mismos, y que al llevarlos a cabo puede brindarnos los siguientes beneficios:

  • Aumentar nuestro autoconocimiento y aceptarnos de una manera más completa.
  • Encauzar adecuadamente las emociones negativas que surgen inesperadamente en nuestra vida cotidiana.
  • Liberarnos de la culpa y la vergüenza asociadas a nuestros sentimientos y acciones negativas.
  • Reconocer las proyecciones que definen nuestra opinión de los demás.
  • Sanar nuestras relaciones mediante la observación sincera de nosotros mismos y la comunicación directa.
  • Y utilizar la imaginación creativa, por medio de los sueños, pintura, escritura y rituales, para hacernos cargo de nuestro yo reprimido.

El que podamos integrar nuestra sombra es una cuestión de amor y aceptación. ¿En qué medida aceptamos nuestros aspectos más desagradables y perversos? ¿Cuánta caridad y compasión mostramos ante nuestra propia debilidad y enfermedad? ¿Cuál es nuestra participación en la construcción de una sociedad basada en el amor en la que tenga cabida todo el mundo?


Amarse a uno mismo no es una tarea sencilla porque eso significa amar todo lo que hay en nosotros, hasta la misma sombra que nos hace sentir inferiores y socialmente inaceptables. Es por ello que la atención que prestamos a nuestras facetas más abyectas forma parte del proceso de curación.

Catalina Buendía 1-B colonia Culhuacán CTM VII, Coyoacan, CDMX 
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